Autora: Lina María La Rosa Orjales
Tuve noticias a través de las redes sociales sobre la eficacia del nuevo herbicida natural aplicado en organopónicos de Trinidad, en Sancti Spíritus, pero nada se compara al verlo en la televisión cubana con la explicación del Ingeniero Reinaldo Álvarez Puente, nuestro amigo y compañero de trabajo durante algunos años.
A mi mente llegaron los recuerdos de cuando conocí a Rey en la Universidad de Las Villas. Isabelita, la madre de sus dos hijos mayores me habló de él, de sus cualidades de líder como dirigente de la FEU en la carrera de Agronomía, de su atractivo; ella era alumna de Arquitectura, muy linda e inteligente y yo profesora de Economía Política, de la prestigiosa casa de altos estudios de Santa Clara en la Facultad de Construcciones.
Pasaron años y cuando mi esposo Carlos, mi hija Alicia de 2 años y yo, nos fuimos a vivir a Tope y ambos a laborar en la filial de la Universidad a impartir Ciencias Básicas, en la Facultad de Agronomía de Montaña del Escambray, (FAME), nos volvimos a encontrar, ella como arquitecta del Complejo Turístico y él como profesor de Botánica de la FAME.
Allí estrechamos nuestros vínculos, éramos prácticamente vecinos en el Reparto Jesús Menéndez y seguimos paso a paso su crecimiento profesional. Reinaldo con su carisma y pasión por la especialidad llegó a ser el decano de la Facultad de Montaña e Isabelita, inversionista del Complejo.
Carlos y Rey se hicieron buenos amigos y se admiraban mutuamente; con Isa, mi esposo tenía una relación de complicidad, sobre todo en temas culinarios, ambos se entendían e intercambiaban recetas y en no pocos fines de semanas nos reuníamos y hacíamos comidas juntos.
Nosotros al cabo de cinco años nos fuimos de Tope, regresamos a Cárdenas, mi ciudad natal, junto a mi familia y supimos del nacimiento de Marialina y Reinaldito, tan esperados que aún me cuesta creer su separación, pero la vida es así. Isabelita me anunció que el nombre de su niña me iba a sorprender, porque es la combinación de mis dos nombres a la inversa, de Lina María a Marialina.
Pienso que Carlos, que hoy no está, habría disfrutado mucho del éxito de la aplicación del herbicida como solución al enyerbamiento a base de Pino Macho, ya probado con resultados concretos y fruto de investigaciones de nuestros alumnos de la FAME, engavetado entonces y pidiendo a gritos ahora se generalice en todo el país.
Rey lo reconoció en su intervención, dándole con toda justeza el nombre de Herbifame, a este producto ecológico, algo que me satisfizo pues fue el reconocimiento a los estudiantes y al colectivo de profesores de la Facultad de Agronomía de Montaña del Escambray, donde vivimos momentos inolvidables en la primera mitad de los años 90, difíciles, pero a la vez mágicos.
![](https://radiociudadbandera.wordpress.com/wp-content/uploads/2020/07/rey-1.jpg)
Perfil de facebook de Reinaldo José Álvarez Puente14 de junio a las 0:58
Eficaz herbicida natural que estoy generalizando en los organopónicos de Trinidad, como una solución al enyerbamiento en los canteros. Con este logro científico se graduaron en la FAME una decena de estudiantes, demostrando, que teníamos en las manos, un herbicida pre-emergente y que combate todo tipo de malezas. Como muchas investigaciones, se quedó engabetado y ahora, sabiendo que el país lo necesita, por muchas razones, en medio de la cuarentena, lo debo generalizar y espero, me apoyen en todo sentido.
Para que sepan, su elaboración es manual. Cortamos las hojas o acículas de Pino macho en pedacitos y colocamos en agua, a las 48 horas, se cuela y esa solución se aplica, una vez preparado el cantero. Las fotos que adjunto, son 15 días después de aplicado el Herbifame (nombre que di). A la izquierda de las piedras, canteros mojado con agua, a la derecha, estado del cantero con el control de la reventación producto del herbifame ecológico. Tenemos resultados eh?. Aquí otro aporte a la producción de alimentos sin importaciones y orgánicos.
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